martes, 29 de marzo de 2011

Frases Absurdas (143)

Jugando al Pictionary:

- ¡Un bote de perfume!

- ¡Te he dicho que es con una palabra!

- ¡Ah! Entonces... ¡Colonia!

Patricil dixit. Dejà vu.

sábado, 26 de marzo de 2011

martes, 22 de marzo de 2011

Doctores impresionados, 1ª parte: Higiene bucal / Por qué los colmillos son más amarillos que el resto de los dientes

Como ya sabréis los que os paseéis con mayor regularidad por aquí, por lo general mis inquietudes acerca de la vida suelen cuestionar detalles tan intranscendentes que a menudo no tienen una respuesta definida. Por esa razón, soy yo misma quien elabora las teorías que responden a mis propias preguntas. Que sean absurdas se debe a que la base científica en la que me apoyo para formularlas tiende a cero.

Por eso cuando estoy ante un médico, sea cual sea su especialidad, me gusta aprovechar la oportunidad y hacerle alguna pregunta trivial relacionada con su ámbito para que la conteste científicamente. El objetivo es dignificar mi fútil curiosidad haciendo que un entendido en el tema la resuelva con propiedad, obligándole a otorgarle la misma importancia y magnitud con la que razona y expone de forma científica enfermedades, patologías y otras cuestiones de mayor importancia.

Eso fue lo que hice hace año y medio, estando tumbada junto a la navaja multiusos mesa de herramientas del dentista, a punto de dejar mi boca a su merced para que me hiciera una higiene bucal:

- ¿Le puedo hacer una pregunta? Es sólo una curiosidad.

- Sí, claro.

- ¿Por qué tenemos los colmillos más amarillos que el resto de los dientes?

- ¡HOSTIA!

Esa fue su reacción. "¡HOSTIA!". Como si a pesar de escudriñar bocas con su retrovisor dental de lunes a viernes, no se hubiera dado cuenta de aquel hecho hasta entonces; como si fuera una gran revelación en su carrera como odontóloga.

Ella no se esperaba mi pregunta, pero yo tampoco me esperaba su respuesta. Fue una reacción espontánea demasiado violenta como para encajar en el ambiente estéril y respetuoso de una sala de dentista. Salió de su boca con tanta fuerza, que hizo ceder varios milímetros las gomas de la mascarilla que llevaba sujetada a sus orejas, atravesándola con una reverberación impecable. Una verdadera hostia.

A pesar de mi sorpresa ante su sorpresa, yo no le contesté con otro “¡HOSTIA!”:

- Es que hace años me di cuenta de que mis colmillos eran más amarillos que el resto de los dientes. Eso me traumatizó bastante, porque yo me cepillo los dientes 3 veces al día; así que revisé las fotos de mis amigos en las que salían sonriendo para ver si era porque yo me los estaba cepillando mal (los dientes) o si era algo generalizado; y vi que la mayoría los tenían más amarillos que el resto.


La doctora seguía en shock, maravillada por la revelación. Finalmente salió del trance y me dijo que eso debía de ser por la curvatura que tienen los caninos y por la cantidad de esmalte de los mismos. La verdad es que no lo recuerdo muy bien; su primera reacción fue tan significativa que eclipsó sus argumentos científicos.

Hoy me ha dado por buscar respuestas en Internet (buscar respuestas en Internet, así en general), porque lo intenté sin éxito cuando me di cuenta del amarillismo generalizado (entonces todavía no existía Yahoo! Respuestas) y no volví a intentarlo; ni siquiera después de la higiene dental (que me siguió dejando el colmillo algo más amarillo que el resto de los dientes).

dos chicas con los colmillos mas amarillos que el resto de los dientes

A continuación reproduzco la explicación de una odontóloga que he encontrado en Yahoo! Respuestas, no cuadra mucho con la que improvisó la dentista que me estaba haciendo la higiene bucal, pero parece fiable:

"El color natural de los dientes se debe a la dentina que está debajo del esmalte. Cuanto más gruesa es la capa de dentina, más amarilla se ve esa región del diente. Eso vale para toda la boca.

El canino es el diente que posee mayor grosor de dentina pues llega a tener un espesor de 4 mm en algunas regiones. Al contrario, el menor grosor de dentina se encuentra en los incisivos donde, en algunos lugares, no va más allá de 1.5 mm.
Por esa razón, en un mismo individuo y en condiciones normales, los incisivos serán los dientes más claros y los caninos serán los más oscuros."

Ya puestos, os recomiendo ver Canino (Dogtooth). Está muy bien.

domingo, 20 de marzo de 2011

Frases Absurdas (142)


"Hay que comprar bombillas de bajo consumo para tu baño, que pasas mucho tiempo allí."


Madricil dixit.

domingo, 13 de marzo de 2011

El fracaso de las cámaras digitales sin pantalla

Cuando se fabricaron las primeras cámaras réflex analógicas ya sabían que en el futuro existirían las digitales. De hecho, sabían cómo hacerlas; pero no existían aún las pantallas LCD y era poco práctico poner un monitor común en una cámara que pretendía ser portátil.

Ante la impotencia de ese visionarismo, lo que hicieron fue dejar constancia de su conocimiento marcando en las cámaras comercializadas el lugar donde debería ir en un futuro ese display:

la camara reflex analogica de agustina mandarina


No, señores; ese marco no señala el lugar donde está ubicada la película fotográfica, ese marco es un mensaje petulante del pasado: “Nosotros ya sabíamos que aquí tendría que haber una pantalla”.

Ya sé que esto es bastante improbable, pero explicaría que la primera cámara fotográfica digital dirigida a los consumidores fuera precisamente la primera con pantalla LCD:


No se comercializó popularmente ninguna cámara intermedia que tuviera visor pero no display que mostrara las fotos. Y si lo hicieron, pasaron sin pena ni gloria.

Parece tener todo el sentido del mundo. Dejando de lado que previsualizar la imagen en la pantalla en vez de hacerlo en el visor es mayormente una cuestión de comodidad (la mayoría de la gente que dispara con réflex digital nunca usa el display para previsualizar la imagen), ¿de qué sirve una cámara digital si no se puede comprobar el resultado del disparo justo después de haberlo realizado?

La mayoría de los "fotógrafos" amateurs que hemos tocado únicamente cámaras digitales diríamos que sirve de poco; pero para los que se han iniciado o han tenido más contacto con la fotografía analógica, esta inmediatez es precisamente una razón importante por la que sienten reticencia hacia la fotografía digital (hay también razones técnicas, por supuesto) .

Una cámara digital sin display sería la solución para aquellos que fotografían con digital pero añoran la actitud que se adopta ante una cámara analógica:
  • Medirían antes de disparar, en vez de disparar primero y medir después; dándole más valor, atención y conocimiento de causa a la imagen que van a capturar.
  • Mantendrían la magia de examinar el resultado después de la sesión fotográfica y no durante la misma (a no ser que enchufaran un monitor externo a la cámara).

En estos casos, lo más evidente sería prescindir de la pantalla de la cámara, pero, teniéndola, ¿quién es capaz de ignorarla?

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