Amor por horas

En España no son muy comunes, pero en otros países los hay para todos los gustos. En Japón los llaman Love Hotels y en Argentina se conocen como Albergues transitorios o “Telos”. Hablo de los hoteles que ofrecen alquiler de habitaciones por estancias cortas de tiempo. O lo que es lo mismo: habitaciones para rolletes de una noche, escorts, adúlteros/as y parejas que, o bien no tienen donde intimar, o bien quieren celebrar una noche especial. Hoteles para echarse una buena siesta, vaya.

El uso “por horas” no es la única particularidad de estos placenteros templos amatorios. El hecho de que sean hoteles dedicados a esta actividad tan específica, hace que las habitaciones y los servicios que se ofrecen tengan por objeto cumplir las necesidades más imperantes de sus clientes: luces tenues (regulables hasta convertirse en focos de estadio de fútbol si así se requiere), hidromasajes, espejos estratégicamente situados, decoración temática e incluso muebles eróticos. Los preservativos están incluidos, por supuesto.

Habitación “Noche de Reyes” de un Telo argentino. Para caballeros de cama redonda.

Comentaba que en España no se estila mucho este tipo de hotel. Imagino que será porque aquí el sexo “sin amor” y las infidelidades no están tan socialmente aceptadas como en otros países, y los jóvenes sin privacidad se conforman con los “¿Me llevas a un descampado como en las películas de terror americanas, a ver qué pasa?” y los “Te voy a llevar a ver las luces de la ciudad desde un mirador muy romántico donde sólo hay coches que arrancan y frenan compulsivamente sin moverse de su sitio”.

El caso es que, por lo menos en Barcelona, ya van haciéndose famosos algunos de estos hoteles para parejas. Un par de ellos, La Vie en Rose y Perla Negra, del grupo LVR; incluso tienen la ISO 90001, siendo los pioneros en España con ella, lo que significa que sus clientes cuentan con total discreción para evitar un poco probable pero desafortunado tropezón con su pareja lícita en los pasillos del hotel, sábanas, toallas y habitaciones higienizadas a fondo después de cada uso, e incluso servicio de pruebas médicas para evitar aquello de “A pelo piqué, bicho malo pillé”. Todo lo necesario para poder disfrutar de la sesión de amor sin que se encienda ninguna luz roja de alerta en tu cabeza, vaya.

Izda: habitación "Hello Kitty" de un Love Hotel. Japonés. No podía ser de otro modo.
Dcha: habitación “París” de un hotel por horas barcelonés. Por si eres francés (o vas a que te hagan uno).