Me acabo de dar cuenta de que estoy a punto de comparar los nombres comerciales con los nombres personales, pero al fin y al cabo ambos son nombres propios; y como no es lo mismo continente que contenido, os acabo de desmontar una posible acusación de "comprar a las personas con los productos".
La finalidad de los nombres personales es, pues, la misma: identificarnos, diferenciarnos y etiquetarnos. No es un acto de afirmación de nuestra personalidad puesto que no lo elegimos nosotros, y cambiar de nombre cuando ya somos socialmente maduros, es un alto riesgo que pocos se atreven a correr.
No se puede
Por lo tanto, si la finalidad de los nombres es diferenciarnos de las personas de nuestro entorno, ponerle tu nombre a un hijo es contraproducente y carece de toda justificación ya que el sentimiento de pertenencia al grupo familiar ya está cubierto por los apellidos, que aseguran la conservación y perpetuación del linaje.
Ponerle tu mismo nombre a un hijo es, bajo mi punto de vista, una decisión que se toma inconscientemente para asegurar tu persistencia en el top of mind de tu vástago a lo largo de su vida. Un acto de egoísmo, en definitiva.
3 comentarios:
Aix Patri, aquí me has dado, yo como Germán nieto de Germán, Hijo de Germán, y seguramente, algún día, Padre de Germán creo que no es un acto egoísta. Es una tradición, una manera de transmitir una fuerza mística ligada al nombre.
Desde pequeñito mi padre me explicaba que de "Germánes" por el mundo habían pocos, y que nos teníamos que cuidar entre nosotros. También podría decir que mi nombre me ha traído suerte, no obstante mi tío Enrique (cuyo padre, osease mi abuelo) se llamaba igual se negó profundamente a ponerle Enrique a su hijo (optó por ponerle Guillermo a mi primo/ahijado) porque le había traído mala fortuna.
En definitiva no creo que "nadie" - en su sano juicio.- llegue a ponerle a su hijo i-(nombre del hijo, emulando a apple) o (nombre del padre)v.1.2 (emulando a los programas libres de derechos de autor)
Por una eternidad de Germán Antón©!!
Venga, aceptamos Germán y otros nombres poco comunes para perpetuar especies (nombres) en peligro de extinción ;)
tienes toda la razon...
pero el colmo, es llamar a tu hijo y a tu empresa con tu nombre...
jajaj
Publicar un comentario